La bomba de rotor húmedo se compone de una hidráulica centrífuga tradicional, unida en montaje monobloque a un motor especial.
El estator de este motor va recubierto con una camisa en el entrehierro para confinar el líquido en la cámara rotórica. El líquido bombeado circula por la cámara rotórica, refrigerando el motor y lubricando los cojinetes lisos que soportan el rotor. La envoltura de esta
cámara (camisa estatórica + cubierta trasera) constituye un recinto estanco que
confina el líquido sin estanqueidad dinámica.
Además, ante un rotura de la camisa estatórica del entrehierro, el líquido vuelve a encontrarse confinado en la carcasa blindada del motor (capaz de resistir a una explosión) y no puede salir hacia el exterior. Es lo que se denomina «doble seguridad»: una ventaja decisiva para esta tecnología en el arrastre magnético que, en caso de ruptura del capó del entrehierro, presenta de inmediato una fuga hacia el exterior.
Por último, la simplicidad mecánica del grupo de la motobomba con rotor húmedo presenta ventajas técnicas importantes: equilibrio mecánico, tamaño reducido, sin alineamiento, sin mantenimiento sistemático, funcionamiento silencioso, certificado oficial para su funcionamiento en áreas con riesgo de explosión, facilidad y eficacia de las supervisiones, múltiples variantes de refrigeración del motor…