Por principio, una bomba centrífuga bombea un líquido forzándolo a través de una rueda y comunicándole un movimiento de rotación y, por tanto, una potencia hidráulica. Una hidráulica de bomba centrífuga arrastrada por un motor estándar debe incluir un sistema estanco en la salida del árbol. Sin embargo, el 75 % de las averías de las bombas tiene su origen en el sellado mecánico.
Un sistema de bombeo sin estanqueidad dinámica es particularmente atractivo para los usuarios de líquidos peligrosos, tóxicos,
volátiles, radioactivos, onerosos… Entre las bombas de estanqueidad total sin sello mecánico, la tecnología del «rotor húmedo» complementa la bomba de «arrastre magnético», pero el diseño del «rotor húmedo» presenta ventajas decisivas en la mayoría de las aplicaciones, además de ofrecer un mayor grado de fiabilidad y seguridad. Por consiguiente, es la culminación en la investigación en el ámbito del bombeo y la solución más segura que garantiza una estanqueidad absoluta, de conformidad con los requisitos CE de reducción de la contaminación medioambiental.